La ortodoncia de Brackets metálicos son, técnicamente, cada una de las piezas que están sujetas por un arco de metal que se cementan a la superficie frontal o trasera del diente. Normalmente, el material utilizado es el metal, aunque también existen brackets de otros materiales, la porcelana, la cerámica, el cristal de zafiro o la resina, y se ajustan a la superficie de la dentadura. 

El objetivo de los tratamientos con brackets es corregir o eliminar algunos defectos relacionados con la mordida del paciente o el alineamiento de la sonrisa, como los dientes apiñados, la mordida abierta, la mordida cruzada, las separaciones entre dientes (conocidos técnicamente como diastemas) o la sobre mordida, entre otros logrando una salud bucodental.

Como ya hemos mencionado, los brackets de metal son los más utilizados pero, en las mejores clínicas, existen diferentes opciones de brackets para todo tipo de gustos y necesidades a la hora de realizarse un tratamiento de ortodoncia.

Primeramente debemos aclarar que no existe una respuesta universal ya que cada persona cuenta con necesidades diferentes. Pero, sí podemos decir que existen diferentes tipos de brackets que podemos clasificar de tres formas: según en qué cara del diente se coloquen, según los materiales con los que están fabricados y según su tipo de ligado. 

• Tipos de brackets según el lugar donde se colocan: Bajo esta clasificación existen los brackets vestibulares u ortodoncia tradicional, que se colocan en la cara externa del diente, y los brackets linguales, que se ponen en la cara interna y se hacen menos visibles. Ninguno es mejor que el otro y ambos tienen pros y contras. En Anatômia nuestro ortodoncista experto determinará cuál de los dos es más efectivo para las necesidades de cada paciente.
• Tipos de brackets según el material con el que están fabricados: Existen los brackets metálicos, que son los más comunes, compuestos por una aleación de acero inoxidable y níquel, siendo los más económicos y con gran adhesión cuya mayor desventaja es la estética; los brackets de cerámica o porcelana de color blanco, más estéticos y de gran durabilidad; y los brackets de zafiro o transparentes, que logran mimetizarse con los dientes, siendo prácticamente invisibles y muy resistentes pero a un mayor precio.
• Tipos de brackets según el tipo de ligado: Están los brackets de ligado convencional, que cuentan con hilos metálicos o gomas para fijar el arco sobre los brackets, y los brackets autoligables que no necesitan elementos adicionales para sujetar el arco.

• Los brackets ayudan a alinear los dientes, eliminando el apiñamiento de los dientes y ayudando a la higiene dental al evitar el acumulamiento de comida entre los dientes.
• Los dientes torcidos provocan la mordida torcida, cuyas consecuencias son desde molestias al masticar y hasta el desgaste prematuro de las piezas dentales, provocando que unas piezas dentales trabajen más que otras. Los brackets mejoran la mordida, la masticación y la digestión del paciente y evitan el desgaste dental prematuro.
• Los brackets obligan a mejorar la higiene dental, lo que reduce los problemas periodontales ya que las encías reducen la inflamación y el sangrado.
• Los dientes no alineados provocan tensiones y dolores en cabeza, cuello y oído. Con una ortodoncia correcta, se reducen o previenen las lesiones musculares y articulares. 
• La autoestima del paciente sufre un gran incremento gracias a la sonrisa perfecta que se logra tras el tratamiento de los brackets.

Los brackets son el tratamiento de ortodoncia más sencillo de utilizar y mantener. Lo único a evitar sería morderse las uñas, tapas de bolígrafos y ciertos alimentos, como frutos secos, turrón o pan duro. Tampoco son recomendables los chicles ya que pueden quedar atrapados entre los componentes del aparato. Y, si se están utilizando brackets estéticos, es importante evitar ciertos alimentos, como chocolate, frutos rojos, café, té o vino entre otros que pueden llegar a teñirlos. También aconsejamos evitar deportes de contacto que puedan llegar a dañar el aparato.